Extrañar a alguien

Extrañar a alguien tiene su ciencia. La vida empieza a girar alrededor de la ausencia y la invocación constante e involuntaria, construyendo escenarios utópicos donde convergemos y nos chocamos como planetas. 

Extrañar a alguien tiene cierto encanto. Nos vuelve creativos y didácticos, porque cada vez es más urgente inventarle tretas al tiempo y juegos a la mente para distraerla y no pensar, no recordar, no darle paso al anhelo y a la angustia.

Extrañar a alguien tiene sus ventajas. Se pierde peso sin ejercicio y se mantienen vacíos los lagrimales. La rabia nos hace valientes y la opinión de los demás deja de importar. 

Pero extrañar a alguien es tan aburrido para quien extraña. Lo convierte en un fantasma, en un holograma de sí mismo. Mantiene vivas las esperanzas y guarda en un baúl la conciencia para que no le grite lo que es tan cierto: extrañar a alguien es algo inerte, una gran pérdida de tiempo.

Comentarios

Anónimo dijo…
Waste of time, opino igual. ^^
Anónimo dijo…
wooww!!!
Anónimo dijo…
Eres una mujer muy interesante, me daría un gustazo conocerte personalmente ....
Unknown dijo…
Vayaaa...vayaaa... Quien lo creyera... Tienes la razón

Entradas más populares de este blog

Nostalgia

De nicotina y ausencias

No soy la mujer que estás buscando